viernes, 14 de septiembre de 2012

Entre la poesía y la exuberancia

The wild, the innocent & the E Street shuffle
Bruce Springsteen
Rock, 1973
Bruce Springsteen es ahora conocido como el enérgico y rabioso trovador que cuenta historias de la calle y se rebela contra las injusticias de la sociedad actual. Sin embargo, sus inicios se encuentran lejos de los himnos con que ha ido jalonando su carrera. Deslumbrado por la lírica de los grandes poetas de la generación de cantautores de los 60, sobre todo de Bob Dylan, y con una gran influencia de todo tipo de estilos musicales, desde el rock’n roll clásico al funky pasando por el folk, el blues o el soul, la primera etapa de The Boss se caracterizaba por canciones exuberantes y sin límites, con gran cantidad de partes y ambientes destinados a ilustrar relatos escritos con un gran conocimiento del alma humana y cierta pericia literaria.

Este “The wild, the innocent & the E Street shuffle” es el segundo album en la carrera del trovador de New Jersey, un disco que recibió muy buenas críticas dada la originalidad de sus siete canciones y la osadía del por entonces joven artista. Además, con la experiencia compositora del “Greetings from Asbury Park” y con el éxito de “Born to run” a la vuelta de la esquina, este LP supone también el inicio de la conformación de lo que será su banda habitual a lo largo de su larga trayectoria, The S Street Band, con la incorporación de Clarence Clemons, Danny Federici y Gary Tallent y la colaboración especial del teclista David Sancious.

En lo musical, el disco hace gala de la urgencia de la juventud de Springsteen y de la exuberancia procedente de su gran talento. Historias cargadas de emoción gracias a una lírica entre lo literario y el lenguaje de la calle pelean por ser contadas con un trasfondo musical sin prejuicios ni reglas fijas, pensado únicamente para crear el ambiente necesario en cada capítulo del relato; canciones casi épicas que no se preocupan por su minutaje o su estructura sino por el sorprender al oyente y dar el toque sentimental necesario a cada pasaje de los textos.

El álbum se abre con “The E Street shuffle”, una tema marchoso, desenfrenado, con el rock y el funky como principales influencias y dedicado al ambiente de una noche de fiesta. Sin embargo, y al margen de “Rosalita (come out tonight)”, canción inasible, ingobernable por alguien ajeno a la materia y de sonoridades variopintas, y del ritmo cambiante con un pie en el jazz y otro en el blues y el rock de “Kitty’s back”, el ambiente de este segundo lanzamiento de Springsteen es más bien reflexivo y melancólico.

Así, “4th of july, Asbury Park (Sandy)” es una tierna balada al uso, de emoción contenida pero siempre presente, mientras que “Incident on 57th street” utiliza sus variados pasajes para ir desgranando una historia de personajes solitarios y amores encontrados y fugaces. El folk y los sonidos lejanos al rock’n roll, con mandolina, tuba, trombón y armónica, entre otros instrumentos, se hace presente para describir el ambiente de un deprimente circo en “Wild Billy’s circus story”. El disco se cierra con “New York City serenade”, un medio tiempo melancólico sobre encuentros en la noche con una impresionante introducción de cuerdas y piano.

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