miércoles, 17 de diciembre de 2014

Conciencia

Is it because I'm black
Syl Johnson
Soul, 1970
Existen géneros musicales fuertemente anclados por la tradición a la narración de las penas y glorias de determinados héroes y bandidos o a la denuncia de distintas situaciones sociales y políticas, un menú musical contestatario que se ha visto incrementado con el paso del tiempo y las generaciones de músicos. Así, mientras el blues y el folk fueron las primeras fórmulas que empleaba la música tradicional para lanzar este tipo de mensajes, ahora el rock, el rap o el punk, y prácticamente cualquier estilo aunque de forma menos habitual, también se han convertido en vehículo para mostrar esta conciencia social de los artistas.

De este modo, el soul, música suave y tradicionalmente fácimente vendible entre todos los públicos, se convirtió en un arma más para la lucha por los derechos civiles de la población negra en los años 60, ya que era una expresión cultural con una marcada denominación de origen en este colectivo. Si grandes estrellas como San Cooke o Marvin Gaye coquetearon con estos mensajes durante su exitosa carrera, hubo otros que hicieron de las canciones su trinchera y son recordados precisamente por la ingente cantidad de obra de temática negra que pusieron en circulación en los años más intensos de la reivindicación racial.

Ese es el caso de Syl Johnson, un guitarrista del montón en el siempre efervescente ambiente del blues de Chicago que, después de respirar mucho humo en los clubes de su ciudad acompañando a frontmen de diferente calibre e, incluso, grabar algunos singles bajo su propio nombre, fue fichado como compositor y productor por una pequeña discográfica. Fue entonces cuando se dio cuenta de que las canciones de denuncia social le quedaban especialmente inspiradas y tenían bastante tirón en buena parte del público de la compañía. De hecho, "Is it because I'm black", tanto en formato single como en su edición en larga duración, fue el mayor éxito de ventas de su larga carrera.

Así, gran parte de las canciones incluidas en éste, su segundo disco, comparten forma con la canción homónima: ritmo cadencioso, tempo medio cuando no lento, voz sugerente y lírica un tanto dramática y, en ocasiones, lastimera. Además de la larga diatriba (en el sentido clásico de la expresión) que supone "Is it because I'm black", se incluyen en este grupo "Together forever", "I'm talkin' 'bout freedom" y "Concrete reservation", de ritmo algo más funky.

Sin embargo, el tono del bueno de Johnson no es siempre tan grave y se guarda algunas concesiones a la pista de baile o a la temática romántica. Así, el disco contiene un delicioso medio tiempo soul como "Black balloons", una revisión del éxito de The Beatles "Come together" y dos canciones pensadas para el baile, "Walk a mile in my shoes" y "Right on".

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