Dave Dee,
Dozy, Beaky, Mick & Tich
Dave Dee,
Dozy, Beaky, Mick & Tich
Pop-rock, beat pop, 1966
La efervescencia juvenil de la mitad de la década de los 60
hizo que la música fuera una de las principales vías de escape y de expresión
para muchos de estos jóvenes con una conciencia recién adquirida, sobre todo en
Gran Bretaña, siempre algo más encorsetada y conservadora que otros países. La
irrupción del rock’n roll y de los viejos discos de blues en algunos hogares
ingleses supuso una revolución que se vertebró en diferentes sonidos, desde la
revitalización blanca del blues al beat pop.
El popular pop de los 60 suponía una revisión un tanto
edulcorada del rock’n roll que se conseguía tamizando la rebeldía y el fervor
sexual de las letras del estilo primigenio y escogiendo melodías menos
agresivas y más vendibles. Dentro de este género, multitud de bandas impusieron
un sello distintivo a lo largo de los años con el desarrollo de sus inquietudes, unos hacia terrenos
cercanos a la incipiente psicodelia, el barroquismo sonoro o las viejas tonadas
folk, como The Beatles o The Kinks, y otros hacia una rabia más rockera, como
el Maximum R&B de The Who.
Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich, rebautizados así por la discográfica respondiendo a sus motes reales tras descartar el nombre original de Dave Dee and the Bostons, se encontraban sumidos en esta mezcla de sonidos e influencias cuando comenzaron a grabar su primer
disco. Con el fin de que resultara más bailable, los productores pretendían
registrar las canciones a un tempo menor para luego acelerarlas en la mezcla
final, dando una sensación de mayor velocidad y agresividad. Los músicos no
fueron capaces de hacerlo así, por lo que los temas quedaron grabados tal y
como eran, con esa indecisión entre la radicalización rock de su sonido o la
elección de los estribillos pop como forma de expresión y, sobre todo, de
comercialización de su música.
Ese doble rasero se detecta perfectamente en este primer disco
homónimo. En sus 13 cortes, parecen ganar por número e intensidad los intentos
algo más rockeros, si bien las melodías y armonías pop tan presentes en el
ambiente tenían un sitio más que destacado. Así, el disco se abre con
“DDD-BMT”, una especie de presentación del grupo sobre una base de enérgico
power-pop muy similar al mayor éxito de este disco “Hold tight”, descarga
rockera directa a los primeros puestos de las lista de ventas. En este mismo
abanico de canciones, se encuentra “Frustration”, una llamada a la rebelión
juvenil, así como “Hard to love you”, que presenta un tratamiento rockero
aunque con una melodía más que vendible a las radios, y “No more love”, que se
permite una discreta incursión en otros sonidos y experimentos cercanos al pop
psicodélico del otro lado del Atlántico. El disco se cierra con “Double agent”,
uan canción que muestra a las claras las influencias rock’n roll y rhythm’n
blues de este grupo, aunque siempre sin deshacerse del regusto pop tan presente
en la época.
La vertiente más abiertamente pop del grupo se deja notar en
otras composiciones, como “All I want to do” o “We’ve got a good thing goin’”,
que tiene ciertas reminiscencias a las populares composiciones del soul de la
Motown tan de moda en esos años. También buscando la fácil escucha, aunque con
fórmulas algo distintas, se encuentra “No time”, que reúne todos los elementos
propios del beat pop, aunque con un ritmo del vals que la diferencia de otras
composiciones, o “Nose for trouble”, que toma cierta sonoridades del country y
el folk a pesar de sus melodías totalmente reconocibles. También hay espacio
para un par de baladas en este disco, “Here’s a heart” y “After tonight”, dos
temas que responden claramente a la época y las circunstancias musicales en los
que fueron creados.
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