White light
Gene Clark
Folk-rock,
country-rock, 1971
En ocasiones, el negocio musical deja paso a talentos que,
si bien no son del todo rentables para la industria, sí consiguen dotar a su
música de un carácter especial, ya sea por su calidad o por su calidez, por
separarse de determinados caminos trazados o por emplear los viejos clichés
estilísticos como forma de expresión de una voz personal. Los músicos suelen
darse cuenta pronto de esos talentos, si bien en ocasiones el público tiene
dificultades en darse cuenta del brillo de esos diamantes en bruto.
Gene Clark vivió a la sombra de Roger McGuinn en the Byrds,
a pesar de ser miembro fundador de la banda y uno de los más intensos activos
del grupo, tanto sobre el escenario como en el terreno compositivo. Su pronta
marcha de la exitosa banda en su época pop-rock, debido al mayor protagonismo
de McGuinn y a su miedo a los aviones, y sus distintas reincorporaciones
temporarales, estuvieron rodeadas por una carrera en solitario irregular en los
estilístico, con incursiones en el pop barroco, el rock psicodélico, el country
y el folk, siempre aportando ese toque personal de cierta genialidad.
“White Light”, conocido en la época únicamente como “Gene
Clark”, es el primer disco después de su segundo paso por The Byrds y tras dos
álbumes en un dúo con Doug Dillard, quien le abrió las puertas del folk y el
country, el principal camino a seguir a lo largo de los siguientes años. Y es
que estos estilos, siempre mezclados con melodías pop y rock, eran ideales para
las letras de cuidada lírica de Clark, reflexiones sobre todo tipo de temas y
narraciones de corte poético rodeadas de buenos arreglos y una estética
armoniosa gracias a músicos como Ben Sidran o Chris Etheridge, más que
experimentados en el blues, el country, el folk y sus puntos de unión con el
rock.
El disco está dominado por baladas de corte country-rock y
folk-rock en las que las letras dominan a pesar de la cuidada factura a las
canciones, plenas de instrumentación propia de estos estilos. Así, “The virgin", que abre el disco, aborda el tema de la identidad y del espacio vital,
mientras que el amor, tanto en su opción más optimista como en sus momentos más
amargos, es la guía de “With tomorrow”, “Because of you” y “Where my love lies asleep”.
El repertorio de baladas se completa con sendas reflexiones acerca de la
creación y de la inspiración, “For a Spanish guitar”, y sobre la evolución de
la conciencia social y del movimiento hippie, “1975”.
A pesar de esta predominancia de las baladas, el disco contiene algunas
canciones de corte más marchoso y vitalista, como la versión de “Tears of rage”
de The Band, una valiosa composición de Bob Dylan y Richard Manuel, el
optimista canto a la vida de “One in a hundred” o la narración preciosista de “White
Light”.
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